5.1.10

El maldito humo asesino.

Ayer por la mañana nos enteramos que había fallecido un tío de mi madre, era un hombre mayor y toda la vida había tenido problemas con sus pulmones, sus bronquios, por lo que me contaron, nunca se abrían lo necesario para que pudiera respirar correctamente, él era totalmente consciente de su problema respiratorio desde bien joven, sin embargo no dudó en ningún momento de su vida en fumar. Su muerte no fue provocada directamente por el tabaco, pero cuanto más azúcar más dulce y sus pulmones se tiñeron de negro por el veneno que fumó durante años, un veneno que le ha llevado al hospital en más de una ocasión y que le hacía ahogarse en su día a día.

Cuando él era joven no existía la información que hay ahora sobre los efectos mortales del tabaco, cuando era un hombre maduro la publicidad le hacía creer que fumar era cosa de hombres, y ayer su enfermedad y los efectos del tabaco acabaron con su vida. Nosotros que tenemos una gran información sobre los "beneficios" del tabaco, seguimos fumando, seguimos matándonos poco a poco, preparándonos enfermedades para el futuro y una muerte lenta y dolorosa. ¿A quién le gustaría morirse lentamente, ahogándose poco a poco, sin que los médicos puedan hacer más que paliar el dolor? A nadie, y aún así, la gente sigue fumando.

Yo sobre este tema la verdad es que por una parte estoy muy contento, porque mi madre dejó de fumar hace unos meses, y aunque le costó un poco, lo consiguió. Pero, por otro lado, una gran amiga mía fuma cada vez más, yo creo que fuma hasta mientras duerme, aunque ella no lo reconoce, y simplemente dice "si yo lo dejo cuando quiera, lo que pasa es que no quiero" y se mete otro cigarrillo en la boca. Su abuelo hacía lo mismo que ella, él también fumaba, y un cáncer acabó el año pasado con su vida, como con la del padre de nuestro amigo. Por lo visto, ella no duda en olvidarse rápidamente de esto y seguir fumando, seguir "hasta que le apetezca dejarlo".

4 comentarios:

ion-laos dijo...

Tu no fumes que eso es lo que vas a salir ganando en salud y dinero, además ya tienes ejemplos en los que mirarte. Es mucho mejor tener calidad de vida, que no calidad de muerte.

Feliz año y que te traigan muchas cosas los Reyes

Un besito

Andylonso dijo...

Tiene razón ion, ni se te ocurra meter un cigarro en la boca, porque estás perdido. TE lo dice una fumadora. Yo dejé de fumar cuando me quedé embarazada de mi hijo mayor, y hasta que nació el pequeño no volví a meter un cigarro en la boca. Durante cinco años no fumé. Y mira si soy tonta, que me dejé llevar por un montón de problemas que tuve este año y recaí. Después de cinco años, recaí. Me siento tonta y estúpida, y lo gordo es que se los beneficios que tiene no fumar y aún así me está costando mentalizarme para dejarlo otra vez. Aunque mucha gente cree que es vicio......no es fácil. Un beso

Aurora dijo...

Querido Héctor,
Antes no se tenía la información que tenemos ahora sobre el tabaco, porque el taco no era el mismo que el de ahora.
El humo del cigarro para los no fumadores ahora es nocivo. Antes no lo era!
Les meten mil mierdas para que todavía seamos más adictos, nos cueste más dejarlo y fastidiemos más al resto.
El gobierno se gasta millones en concienciarnos, en vetarnos y en hacernos sentir todavía peor de lo que ya estamos.
Y yo me pregunto, si esa pasta la gastaran en obligar a las tabacaleras (de las que cobran una pasta) a quitar todos los elementos químicos que no son más que mierda pura, para que así no fuera tan perjudicial, especialmente para los no fumadores?

Dejar de fumar no es tan fácil. Somos unos drogatas con el mayor índice de adicción.

Yo lo quiero volver a intentar... pero necesito más concienciación. Y ahora mismo, no la tengo!

Amanda dijo...

Pienso lo mismo que tú y este post me ha hecho emocionarme un poco...
Mi madre fuma como una carretera, al menos 3 paquetes DUCADOS al día, una barbaridad.
Desde muy chiquitina le he dado la vara con que dejara de fumar, pero nunca lo ha hecho.
Muchas veces me imagino que le pueda pasar algo... y se me cae el mundo encima.
Me da rabia, porque siento que no puedo hacer nada para impedirlo.


(Siento haberte contado mi vida, supongo que he aprovechado esto para desahogarme un poquito...)