16.9.14

Tordesillas y la hipocresía

  Voy a hacer amigos. Ayer, una panda de paletos anacrónicos instalados en el paleolítico superior dieron muerte, de la forma más salvaje que se les ocurrió, a un toro. Elegido, así se llamaba el animal, que era el único del lugar al que no me atrevería a llamar bestia. Supongo que ustedes estarán de acuerdo conmigo en estas líneas. En caso contrario, son ustedes de la peor calaña social, que disfrutan con la tortura y asesinato público y festivo de un animal. Con todo mi desprecio se lo digo. Al resto, a quienes sí comparten mi opinión, se lo he advertido: vengo con ganas de hacer amigos.
  Son ustedes, como yo, unos hipócritas. Somos retorcidamente hipócritas. Que el Toro de la Vega es una salvajada medieval es cierto, de hecho, sus orígenes se remontan a esa época. Quienes lo defienden se centran en el argumento de mantener la tradición, y yo me pregunto, qué les parecería que mantuviéramos la tradición romana de sacar cristianos a pelear contra las fauces de los más fieros leones. Supongo que a los defensores de las tradiciones no les importaría ser devorados con tal de no perder semejante espectáculo, ¿no? Pero dejemos de lado al paletismo cañí. Voy con ustedes, esa ciudadanía ejemplar que se postula contra la aberración de Tordesillas en defensa de los animales. Abran sus frigoríficos, estoy seguro de que tienen unas cuantas cortadas de carne esperando a ser cocinadas. ¿Saben ustedes que para que puedan comerse semejantes delicias han tenido que matar previamente a un animal? Igual piensan que la ternera que se comen ha muerto de vieja, pero no. Tal vez crean que las han matado con caricias, pero no. Puede que hasta se excusen en que seguro que han tenido una vida feliz en prados inmensos donde pulular libremente, pero no. En cualquier caso, están equivocándose. Las vacas son degolladas vivas y colgadas cabeza abajo para que se desangren lo antes posible, las aves electrocutadas y hervidas cuando siguen viviendo para ser desplumadas con facilidad… Lamentablemente, los animales que consumimos no viven en libertad, ni son criados con cariño. Las imágenes publicadas periódicamente por oenegés de defensa animal evidencian unas condiciones de insalubridad y hacinamiento que distan mucho de una vida digna. Les invito a que vean uno de esos vídeos, y apuesto a que no son capaces de llegar hasta el final.
  No, la carne que consumimos no es asesinada en un acto público, festivo. Sus muertes no son celebradas, ni la persona que les da muerte es jaleada por la muchedumbre. Pero recuerden: para que ustedes coman carne, han matado a un animal. Y ha sufrido, quizás no tanto como Elegido, pero no ha tenido la vida ideal que imaginan. Se nos llena la boca hablando del Toro de la Vega, mientras nuestras neveras sirven de morgue para trozos de animales muertos. ¿Y si lo único que nos diferencia de los palurdos que defienden el Toro de la Vega es que, ante la muerte de un animal, preferimos mirar a otro lado? Vemos la tortura en el toro ajeno, pero no la muerte en la dieta propia.

7.8.14

Ébola y las películas de domingo

En agosto, las redacciones son un hervidero de noticias absurdas que a nadie importan demasiado. Los informativos tienen más paja que contenido interesante y cualquier tontería es portada. Ya saben: las malas noticias son buenas noticias para los periódicos. Este verano ha estado repleto de malas noticias que han sacado del brete a los medios de comunicación. El avión derribado en Ucrania, el conflicto de Gaza… y, ahora, el Ébola. Sí, han oído bien. Ébola, esa enfermedad de negros de la que habían escuchado hablar poco o nada. Estos días copa portadas y abre informativos.
Existen dos motivos. El primero, como les decía, el tedioso trabajo de rellenar páginas y minutos de información. El segundo, esta enfermedad ya no solo es cosa de negros. Vayamos a los antecedentes. El Ébola se descubre en 1976, en un brote simultáneo en la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, entonces conocidas como Zaire y Sudán. El brote se saldó con 318 casos, de los cuales 280 acabaron con la muerte de las personas infectadas. Se trata de una enfermedad con una de las tasas de muerte más elevadas, en torno al 90%, aunque, a pesar de los diversos brotes ocurridos desde 1976, nadie se había preocupado tanto por la enfermedad. Hasta ahora. Éste último brote de la cepa Ébola-Zaire (existen otras cuatro), detectado a finales de julio en Guinea-Conakry y con la mayor expansión y mortalidad registrada hasta el momento, nos interesa porque ha traspasado la línea roja. El hecho de que, por primera vez, el virus haya salido del continente al que nadie mira implica un riesgo sanitario para Occidente (Norteamérica y Europa). O tal vez no.
Las medidas de prevención, la capacidad de reacción, así como la facilidad para transmitir información a la sociedad son infinitamente mayores en Occidente que en los países africanos. Además, las diferencias culturales también ayudan a que en Norteamérica y Europa, los procesos sean más rápidos y sencillos. Por ejemplo, en algunos países africanos, el color de los trajes con los que los equipos médicos se protegen del virus están vinculados culturalmente a la brujería, lo que afecta directamente a la expansión y contagio del virus, puesto que los familiares esconden a los enfermos de los equipos médicos, y entierran los cadáveres sin cumplir los requisitos de seguridad que evitan la infección a través del contacto con los mismos. Mientras en España hemos utilizado un avión medicalizado y perfectamente equipado para cumplir las medidas de bioseguridad de nivel 4, el más alto y en el que se clasifica el virus; en África las personas contagiadas comparten habitación. Tal es el nivel de desprotección en el continente africano que, de las más de 930 víctimas mortales, muchas son personal sanitario. Entre ellos, Umar Khan, el médico que lideraba la lucha contra el Ébola. Por tanto, y teniendo en cuenta que aquí, para trasladar a los dos religiosos (cura y monja) se ha preparado un dispositivo de seguridad y desalojado un hospital para su atención, el riesgo de infecciones es reducido.
En África, las personas continúan muriendo desangradas por las fiebres hemorrágicas derivadas del virus. De la Malaria y el sida no nos hablarán, no son la epidemia del momento, pero se cobran más vidas que el Ébola. La preocupación por nuestra salud no debería ser muy alta, tenemos la suerte de vivir al otro lado del estrecho. Justamente eso, y un mínimo de humanidad, deberían preocuparnos por las vidas y la salud de nuestros vecinos de abajo. No hagamos una película apocalíptica de domingo por un único infectado, que a no demasiados kilómetros de aquí, no hay opción de cerrar un hospital para dos enfermos.

30.7.14

'El carmín rojo', negro sobre blanco

  Hace un año decidí ponerme a prueba intentando escribir un relato por día. Así nació El carmín rojo, un blog en el que desde finales de julio hasta diciembre, estuve escribiendo relatos cortos sobre mujeres. Apasionadas, interesantes, desequilibradas, amantes, jóvenes, adultas, enfermas, vitales... todas ellas diferentes y, al mismo tiempo, únicas. Con el rojo de su barra de labios como elemento vertebrador de los relatos, por el blog desfilaron todo tipo de individuas con sus singulares historias. Y allí os agrupasteis quienes, como un vouyeur  mirando por un agujero en la pared, quisisteis conocerlas. A día de hoy sigo sin saber cómo agradecer todo el cariño que recibí gracias a aquellos relatos frescos, con los que únicamente pretendía divertirme escribiendo y entretener a quien se dejase caer por aquel expositor de pintalabios tan dispar.
  Las mujeres de esas historias, mezcla de ficción y realidades robadas con descaro de lo que escuchaba en el autobús, en las conversaciones de mesas ajenas en restaurantes, o de la boca de mis amigas, me llevaron a conocer a personas maravillosas que realmente disfrutaban con el blog. Esto, a día de hoy, todavía consigue sonrojarme. Recuerdo la amabilidad de Fani compartiendo todos y cada uno de los relatos. O aquella tarde en la que, antes de entrar a una conferencia, se acercó una mujer rubia a la que no conocía de nada. Ella a mí sí. Tal y como me confesó, cada tarde me colaba durante un rato en su vida cuando, después del trabajo, se sentaba a leerme para relajarse. Esther no sabe lo contento que me hizo en ese instante, ni lo que me alegra cuando me cruzo con ella, de vez en cuando, por el centro de Valencia. También ha habido críticas, claro. Desde una lectora que no entendió el relato de la monja que quería tener vida sexual, hasta una que se enfadó cuando leyó la historia de Marta, una madre hastiada con su marido y sus hijos. Por no hablar de aquel que me puso de vuelta y media, asegurando que era una treintañera amargada. ¡Qué bien encaminado iba! Un día, Maitxu, una lectora fiel, me envió un correo preguntándome si no me había planteado convertir el blog en un libro. Quizás ese haya sido uno de los mejores piropos que me han dicho nunca. ¿Cómo alguien que no me conocía de nada podía pensar que mis historias podían convertirse en un libro? ¿Realmente podían colarse en las estanterías de algunas casas esas mujeres y sus barras de labios?
  Ese día está cada vez más cerca, porque muy pronto podréis tener El carmín rojo en vuestras estanterías y lectores electrónicos. El carmín, negro sobre blanco, llegará en unas semanas, con algunas historias nuevas, transformado en un libro que busca ser un agradecimiento por todo el cariño recibido. Mis chicas, sus pintalabios y yo estamos deseando colarnos de nuevo en vuestras lecturas. ¡Gracias!

16.7.14

La decadencia de TVE

El último tropiezo del Telediario de La 1 de Televisión Española tuvo lugar el lunes durante la emisión de la primera edición del mismo, cuando durante la introducción de la pieza sobre la Operación Panzer, la presentadora del telediario de la cadena pública confundió a Guillem Agulló con su asesino. Este error, que es poco entendible más allá de un inoportuno despiste en la redacción del texto, podía haberse subsanado durante la emisión del espacio, rectificando la información pero, cosas del directo, nadie en la realización ni dirección de los informativos de la cadena pública detectó semejante atropello. Para las personas que desconozcan la información: el juicio de la llamada ‘Operación Panzer’ sentaba en el banquillo a 18 acusados de formar parte de la organización neonazi Frente Antisistema (FAS), entre los que se encontraba Pedro Cuevas, quien asesinó en 1993 a Agulló. La información del telediario incluía a Guillem Agulló entre los 18 acusados, todo un ejemplo de profesionalidad periodística, ¿eh? Como les decía, podrían haber rectificado durante el propio espacio pero no, lo hicieron al terminar el mismo y a través de la cuenta de los Telediarios en Twitter algo que, por cierto, incumple las fórmulas legales con las que cuenta el periodismo para rectificar. Supongo que alguna mente pensaría en esto, así que veinticuatro horas después, en la siguiente edición del telediario de las 15h se rectificó la información haciendo mención al error. Igual ustedes han pensado que teniendo una hora de telediario a las 21h, TVE tuvo tiempo de sobra para reconocer el error, pero no, tan solo corrigieron el error sin mencionarlo ni disculparse. Efectivamente, muy profesional todo.
  La decadencia de los servicios informativos parece imparable. Hay que agradecérselo a la evidente y manifiesta manipulación contra la que se ha manifestado el Consejo de Informativos de TVE. Así lo acredita la audiencia, que también cae de forma constante. El pasado martes 15, la primera edición del TD logró un 13,3%  de audiencia, es decir, 1.672.000 personas vieron el informativo. Al compararlo con las cifras que cosechaba el espacio antes de la llegada de Julio Somoano a la dirección de los Servicios Informativos de TVE, el descalabro es evidente. El espacio informativo ha perdido un 15% de share, y está lejos de los 2,5 millones de audiencia que cosechaban los telediarios del anterior director de informativos de TVE, Fran Llorente. Llorente fue, recuerden, una de las primeras cabezas en rodar tras la llegada del PP al Gobierno, junto a otras como la de la reconocida Ana Pastor. Las críticas del Partido Popular hacia los servicios informativos en los tiempos de Llorente fueron incesantes sin embargo, contrastaban con los 200 premios que logró el espacio bajo la dirección de Llorente. Son destacables el premio TV News Awards al mejor informativo, en 2009; o el galardón Global Peace Award que reconocía, en 2010, las coberturas de los conflictos internacionales. Este éxito en audiencias, galardones, junto a la confianza del público reconocían la pulcritud de las informaciones de los servicios de la cadena pública, algo que, a día de hoy, suena muy lejano. Tanto, que el actual director, Somoano, ha inventado una fórmula para falsear los datos de audiencias, sumando los que los informativos logran en La 1 y en el Canal 24h, donde se emiten simultáneamente, junto a la que obtiene la información meteorológica. Ni con esas, el share demuestra un desplome categórico de la audiencia de los Telediarios de TVE que no hay Dios ni Somoano que pueda esconder.
  Pero no se marchen todavía, que el espectáculo da para más. El declive de TVE va más allá de la decrepitud de sus Servicios Informativos. Dentro del ámbito de la información no podemos olvidar cómo Somoano ha desterrado a un buque insignia como ‘Informe Semanal’, que cuenta (o contaba) con el respeto del público, hasta el late night, la franja horaria que comienza en la medianoche. ¿El motivo? La resistencia y oposición de la redacción del programa para aceptar las intromisiones de la directiva. Pues ahí lo tienen, ‘Informe Semanal’ defenestrado, reducido a una mínima parte de lo que era.
  El genio que dirige RTVE, Leopoldo González-Echenique y Castellanos de Ubao (ahí es nada), ha conseguido destrozarla en un par de años. No me dirán que no tienen arte los del Partido Popular para reventar cosas: la Educación, la Sanidad, la Justicia, la Democrácia, la televisión pública. Arrasan por donde pasan. Si tienen que reformar su casa y quieren deshacerse del chapado de azulejos ochenteros del cuarto de baño, llamen a Génova 13, que las demoliciones son lo suyo. La televisión, como el país en general, ha retrocedido unos cuantos años. ‘El pueblo más divertido’, un programa infumable conducido por la erudita Mariló Montero recuerda a aquellos espacios de principios de los 90, y tal es el desfase que en su sexta emisión (el pasado martes) tan solo obtuvo un 3’5% de audiencia. O lo que es lo mismo: lo vieron las personas que se quedaron dormidas en el sofá y no pudieron cambiar de canal. Y eso no es lo peor. El colofón del vodevil de TVE está en la sobremesa. ‘Entre todos’ es un programa de testimonios/ayuda que saca a la palestra las peores miserias de algunas casas. Está presentado por la inefable, histérica y burda Toñi Moreno, La Toñi. Un formato insoportable y nauseabundo tanto en las formas, como en el contenido y el mensaje que transmite. La susodicha Toñi se deja la vida y las cuerdas vocales en cada emisión, y no es para menos, se embolsa unos 1.400€ por programa. Las personas que acuden al plató en busca de socorro, ese que deberían proporcionarle los Servicios Sociales que el Partido Popular también ha reventado, vuelven con las manos vacías a casa. Porque el espacio de la caridad que emite La 1 sirve únicamente como altavoz y las personas que acuden suplicando ayuda deben hacerse cargo de reclamar el dinero prometido.
  Las últimas noticias sobre TVE se hacen eco de la vuelta de las galas del sábado noche de Jose Luís Moreno. Ahora sí, aquí se acaba el espectáculo. ¿Qué, es o no evidente la decadencia de Televisión Española? Juzguen ustedes.

Fuentes:
  • TVE confon Guillem Agulló amb el seu assassí - VilaWeb http://www.vilaweb.cat/noticia/4203675/20140714/tve-confon-guillem-agullo-assassi.html
  • El Consejo de Informativos pide el relevo de Julio Somoano en TVE. http://www.elmundo.es/television/2014/07/01/53b2f190268e3e7a1e8b456b.html
  • TVE rectifica vint-i-quatre hores després de confondre Guillem Agulló amb el seu assassí http://ara.cat/_460d6445
  • Fran Llorente, el hombre que cambió los informativos de TVE « Telediaria.com http://blogs.lainformacion.com/telediaria/2012/06/29/fran-llorente-el-hombre-que-cambio-los-informativos-de-tve/
  • El truco de TVE para inflar la audiencia de los Telediarios de La 1 « Telediaria.com http://blogs.lainformacion.com/telediaria/2013/10/01/el-truco-de-tve-para-inflar-la-audiencia-de-los-telediarios-de-la-1/
  • Los telediarios de La 1 han perdido en un año un 15% de audiencia, 300.000 espectadores http://www.elplural.com/?p=248439 via
  • Ya no le valen ni las tretas: los informativos de TVE caen en marzo por debajo de Tele5 y sólo 'empatan' con Antena3 http://www.elplural.com/?p=242015 
  • ¿Qué tengo? NADA. La cruda verdad de 'Entre todos' http://huff.to/1qQmWB3

1.7.14

Violaciones y provocaciones

“Es que las jóvenes de hoy no llevan faldas, llevan cinturones”, le dijo el profesor de Ciencias Naturales a Ruth [nombre ficticio]. Ella tenía 15 años, le apasionaban las ciencias pero acabó cambiándose a letras “por no volver a tenerlo como profesor”. Ruth narra la desagradable experiencia que vivió con su profesor hace algunos años sin querer darle demasiada importancia, aunque la sonrisa que luce habitualmente hace rato que le ha desaparecido. “Hacía comentarios sobre mis pechos continuamente, me hacía sentir mal, vejada en cada clase”, reconoce. “Yo creo que se pensó algo raro, yo era simpática con él, como con el resto de profesorado, pero se le fue la cabeza”. Se cansó de los comentarios sobre su físico y las miradas lascivas y habló con su tutor. El tema llego a dirección y a casa de Ruth. La solución fue que Ruth tuviera que cambiar la dirección de sus estudios, mientras el profesor continuó dando clase.
La historia de Ruth sirve como paradigma del funcionamiento de las agresiones de carácter sexual hacia las mujeres a nivel social. Lo primero que me llamó la atención durante nuestra conversación la justificación de los hechos que ella hizo —“yo era simpática con él”—, lo segundo el comportamiento del entorno, que prefería esperar a ver si el problema iba a menos; el de la dirección del centro, que una vez comunicados los hechos, no hizo más que regañar al profesor. No hubo denuncia, ni castigo hacia el profesor. Sí lo hubo para Ruth, aunque de forma indirecta, pues fue ella quien tuvo que cambiarse a letras para no volver a coincidir con el profesor en clase.
El sistema patriarcal nos concede a los hombres el derecho de creernos superiores a las mujeres y, por si fuera poco, con la libertad de actuar sobre su cuerpo. Silbidos, comentarios sexuales, roces… es raro que alguna mujer no se haya visto en una situación de agresión sexual a lo largo de su vida. En este contexto, y teniendo en cuenta que en España se producen tres violaciones al día, una cada ocho horas[1], el Ministerio del Interior cuenta con un apartado en su página web destinado a la prevención de las agresiones sexuales. Para el Ministerio del Interior la forma de evitar violaciones pasa por consejos como este: “Evite entrar en el ascensor cuando esté ocupado por un extraño, especialmente en edificios de apartamentos. De cualquier modo, sitúese lo más cerca posible del pulsador de alarma.” Una vez más, el foco de la agresión se coloca directamente sobre la víctima, la mujer agredida, o en riesgo de serlo. Otros consejos del vergonzoso decálogo de Interior pasan por no transitar zonas oscuras, descampados, o no poner el nombre completo en el buzón para las solteras. La prevención pasa por el miedo, continuo e indiscriminado, de las mujeres a ser agredidas. Añadiré un dato curioso: aunque los consejos se dirigen únicamente a mujeres, en Interior han decidido situar estos consejos dentro de una sección titulada, en un perfecto masculino: “Servicios al CIUDADANO” [sic].
¿Y la educación?, ¿acaso no pasa la prevención de las agresiones sexuales por una educación no sexista que reconozca a las mujeres la potestad sobre sus cuerpos, y a los hombres les deniegue el derecho a tocarlo sin permiso? ¿No les vamos a decir nada de esto a las niñas y niños? Y cómo pretendemos solucionarlo, ¿haciendo que las mujeres vivan continuamente con pánico? ¿Y del agresor no habla nadie? ¿O estamos queriendo decirles a las mujeres que si desatienden esos consejos deben atenerse a las consecuencias? Si hay algo que puede provocar agresiones es centrar la culpa en la víctima y no señalar al agresor. La forma de vestir, o la actitud de las mujeres no.
Ante tal desastre, aquí mi propuesta para prevenir violaciones:
  • Si tienes polla, recuerda: no la acerques a nadie que no quiera tenerla cerca.
  • Que sea simpática no tiene relación con tu polla: déjala en paz.
  • La falda corta no se la pone por ti, se la pone por ella. Así que déjala en paz.
  • Si estás en un autobús por la noche y hay mujeres, recuerda: déjalas en paz. Si el autobús está vacío, igual es buena idea NO sentarse justo a su lado.
  • Si estás por una zona oscura (callejones, descampados…) y ves pasar a una mujer, sola o acompañada, recuerda: tu polla está muy bien dentro de los calzoncillos. Continúa andando hasta tu destino original.
  • Si ves a una mujer aparcando su coche, recuerda: déjala en paz.
  • Si coincides con una mujer en un ascensor, recuerda: déjala en paz.
  • Si llegas a un edificio y te pones a leer los nombres escritos en los buzones hasta encontrar uno en el que solo aparezca el nombre de una mujer, tienes un problema. Llama a la policía, cuéntales lo reventado que estás de la cabeza. Y recuerda: a la mujer, déjala en paz.
Imagen extraída de la web del Ministerio del Interior





[1] Una violación cada ocho horas. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/06/22/actualidad/1371929413_934353.html

30.6.14

Dominátrix Oltra

En valencià/català açí
Mónica Oltra. Fotografía publicada en Jot Down.
La conocí, como otras tantas personas, gracias a YouTube. Eran aquellos primeros años en los que la crisis empezaba a dejarse oír, y el burbujeo de la corrupción valenciana se tapaba con los motores de la Fórmula 1. ¿Recuerdan aquellos años en los que estábamos en el puto mapa y éramos los reyes del mundo? Pues de ahí, y de otros tropecientos mega eventos/proyectos, estos lodos. Eran también los primeros años en los que me empezó a interesar la política y, no recuerdo cómo, me di de bruces con uno de sus vídeos. Una de esas grabaciones extraídas de algún pleno en Les Corts en los que el respeto por la oposición se sustituía por carcajadas y golpetazos a los escaños con la palma abierta de manos de hombres y mujeres muy bien trajeados, ya me entienden. Allí estaba ella, indignada, cabreada, renegando, proponiendo cambios, siendo la risa de todos los culos que  anidan ad infinitum en la bancada popular. Bastaron tres o cuatro vídeos más para sentir un profundo interés por ella. Mónica Oltra Jarque, nacida en Alemania fruto del exilio de sus progenitores, ha ido ganando reconocimiento al mismo tiempo que quienes se jactaban de sus intervenciones han visto su futuro al frente del gobierno valenciano tambalearse seriamente.
  La crisis, junto al estallido de la corrupción y el nacimiento de movimientos de protesta ciudadana como el 15-M, no han llevado a presenciar los intentos, patéticos y desesperados, del Partido Popular valenciano por achicar agua de un barco que se hunde sin remedio. Los frentes abiertos son tantos, que no hay manos suficientes ni en el gobierno valenciano ni entre sus fieles para detener el inminente descalabro. Los últimos movimientos populares me llevan a imaginarlos como la orquesta del Titánic, que no paró de tocar mientras el barco hacía aguas, literalmente. Con una diferencia, la música del PP valenciano suena desesperada, desafinada e inoportuna. Será que de música saben poco, porque ellos están aquí para forrarse, como decía uno de los suyos, y no por la melodía. Digamos que el maestro de ceremonias tampoco tiene mucha gracia para dirigir al rebaño de cráneos privilegiados. Blasco y las ayudas para cooperación; Castedo y sus conversaciones con Ortiz; la torpeza dialéctica de Rus; la verborrea descontrolada de Barberá; o, Cotino, su hermano fantasma, y las ofertas de trabajo a cambio del silencio de víctimas del accidente de metro, son sólo algunos ejemplos de casos que ayudan poco a la imagen de un partido que lleva años dando palos de ciego allí por donde va. De Alberto Fabra hay poco que decir, más allá de recordarle es un cero a la izquierda dentro del barco que capitanea.
  En este ambiente tan favorable para el PPCV, aparece la figura de Mónica Oltra, como cabeza más reconocible de la Coalició Compromís, quien hizo aparecer otras tantas rocas en el camino hacia la gloria del PP. La innumerable ristra de iniciativas parlamentarias, propuestas, batallas dialécticas y judiciales iniciadas por Oltra o su partido a las que el PP debe dar respuesta ponen en alerta al partido un pleno sí, y al otro también. Se ha convertido, y no necesariamente por ganas, en el azote de la corrupción, la ausencia de transparencia, y los hábitos absolutistas de los que hacen gala entre la bancada popular. El látigo de Oltra fustiga sin cesar esa mayoría absoluta —nunca mejor dicho— que ha cambiado las risitas y burlas hacia ella, por un semblante serio y una búsqueda incesante de fórmulas para desacreditarla. Las formas, como no podía ser de otra forma, son burdas e irrespetuosas. «Tendría vergüenza, si fuera padre, de tener una hija como esta, pero como posiblemente no lo conoce...», le dijo Juan Cotino, en 2010, haciendo referencia al hecho de que Oltra no pudiera llevar los apellidos de su padre hasta la aprobación del divorcio en 1981, aunque su padre la reconoció como hija en todo momento. La animadversión de Cotino, un señor que cuando no tiene un cura cerca que le tape la boca sólo sabe ser un auténtico cretino, ha ido aumentando hasta estallar hace unas semanas la expulsó del pleno sin motivo aparente. Tras la negativa de Oltra a abandonar el hemiciclo, en el PP cargaron armas para cargarse, valga la redundancia, a la diputada de Compromís. El pasado día 11, con el voto de 52 de los escaños populares se aprobó, en un pleno a puerta cerrada, una sanción en forma de expulsión durante un mes a Oltra. Otro varazo de ciego. Otro gol en propia. Cosa de, como les decía, los cráneos privilegiados del Partido Popular.
  Quienes quieren deshacerse de ella la han acusado de populista, de querer hacerse con el poder de la coalición en la que milita, dicen que tiene una guerra abierta con algunas personas de su partido, siendo destacable la que —supuestamente— tiene con el portavoz del partido, Enric Morera. La han acusado de indecorosa por no ir suficientemente elegante vestida a los plenos, como si fuera aquello la semana de la moda. Sus camisetas sobre Camps, la corrupción o la manipulación en la televisión autonómica la llevaron a la fama. Ella ha sabido criarla sin echarse a dormir a costa de un trabajo incansable. Es un buen momento para demostrarle nuestro apoyo, de alentarla para que pueda seguir haciendo uso de su látigo. Dominátrix Oltra debe volver Les Corts y que, como rezaba el título de la película, no haya paz para los malvados.

Firma el manifiesto en apoyo de Mónica Oltra en: http://manifiestomonicaoltra.info/

Dominàtrix Oltra

En castellano aquí.
Mònica Oltra. Imatge publicada a Jot Down.
  La vaig conèixer, com d'altres persones, gràcies a YouTube. Eren aquells primers anys en els quals la crisi començava a deixar-se sentir, i el soroll de la corrupció valenciana se silenciava amb els motors de la Fórmula 1. Recorden aquells anys en els quals estàvem en el puto mapa i érem els reis del món? Doncs d'ací, i d'altres tants mega esdeveniments/projectes, aquests llots. Eren també els primers anys en els quals em va començar a interessar la política i, no recorde com, em vaig donar de cara amb un dels seus vídeos. Un d'aqueixos enregistraments extrets d'algun ple en les Corts en els quals el respecte per l'oposició se substituïa per riallades i colpejant els escons amb el palmell obert de mans d'homes i dones molt bé vestits, ja m'entenen. Allí estava ella, indignada, cabrejada, renegant, proposant canvis, sent el riure de tots els culs que nien ad infinitum en la bancada popular. Van bastar tres o quatre vídeos més per a sentir un profund interès per ella. Mónica Oltra Jarque, nascuda a Alemanya fruit de l'exili dels seus progenitors, ha anat guanyant reconeixement al mateix temps que els qui es vanaven de les seues intervencions han vist el seu futur al capdavant del govern valencià trontollar-se seriosament.
  La crisi, al costat de l'esclat de la corrupció i el naixement de moviments de protesta ciutadana com el 15-M, no han portat a presenciar els intents, patètics i desesperats, del Partit Popular valencià per a traure aigua d'un vaixell que s'enfonsa sense remei. Els fronts oberts són tants, que no hi ha mans suficients ni en el govern valencià ni entre els seus fidels per a detenir l'imminent daltabaix. Els últims moviments populars em porten a imaginar-los com l'orquestra del Titànic, que no va parar de tocar mentre el vaixell feia aigües, literalment. Amb una diferència, la música del PP valencià sona desesperada, desafinada i inoportuna. Serà que de música saben poc, perquè ells estan ací per a forrar-se, com deia un dels seus, i no per la melodia. Diguem que el mestre de cerimònies tampoc té molta gràcia per a dirigir al ramat de cranis privilegiats. Blasco i les ajudes per a cooperació; Castedo i les seues converses amb Ortiz; la malaptesa dialèctica de Rus; la verborrea descontrolada de Barberá; o, Cotino, el seu germà fantasma, i les ofertes de treball a canvi del silenci de víctimes de l'accident de metre, són només alguns exemples de casos que ajuden poc a la imatge d'un partit que fa anys que... dona pals de cec allí per on va. D'Alberto Fabra hi ha poc que dir, més enllà de recordar-li és un zero a l'esquerra dins del vaixell que capitaneja.
  En aquest ambient tan favorable per al PPCV, apareix la figura de Mónica Oltra, com a cap més reconegut de la Coalició Compromís, qui va fer aparèixer d'altres roques en el camí cap a la glòria del PP. La innombrable quantitat d'iniciatives parlamentàries, propostes, batalles dialèctiques i judicials iniciades per Oltra o el seu partit a les quals el PP ha de donar resposta posen en alerta al partit un ple sí, i a l'altre també. S'ha convertit, i no necessàriament per ganes, en l'assot de la corrupció, l'absència de transparència, i els hàbits absolutistes dels quals fan gala entre la bancada popular. El fuet d'Oltra fustiga sense parar aqueixa majoria absoluta que ha canviat les rialletes i burles cap a ella, per un semblant seriós i una cerca incessant de fórmules per a desacreditar-la. Les formes, com no podia ser d'una altra forma, són bastes i irrespectuoses. «Tindria vergonya, si fóra pare, de tenir una filla com aquesta, però com possiblement no ho coneix...», li va dir Juan Cotino, en 2010, fent referència al fet que Oltra no poguera portar els cognoms del seu pare fins a l'aprovació del divorci en 1981, encara que el seu pare la va reconèixer com a filla en tot moment. L'animadversió de Cotino, un senyor que quan no té un capellà a prop que li tape la boca, amb sabrà Déu què, només sap ser un autèntic cretí, ha anat augmentant fins a esclatar fa unes setmanes, quan la va expulsar del ple sense motiu aparent. Després de la negativa d'Oltra a abandonar l'hemicicle, en el PP van carregar armes per a carregar-se, valga la redundància, a la diputada de Compromís. El passat dia 11, amb el vot de 52 dels escons populars es va aprovar, en un ple a porta tancada, una sanció en forma d'expulsió durant un mes a Oltra. Un altre colp de cec. Un altre gol en pròpia. Cosa de, com els deia, els cranis privilegiats del Partit Popular.
  Les persones que volen desfer-se d'ella l'han acusada de populista, de voler fer-se amb el poder de la coalició en la qual milita, diuen que té una guerra oberta amb algunes persones del seu partit, sent destacable la que —suposadament— té amb el portaveu del partit, Enric Morera. L'han acusat de no ser decorosa per no anar suficientment elegant vestida als plens, com si fóra allò la setmana de la moda. Les seues samarretes sobre Camps, la corrupció o la manipulació en la televisió autonòmica la van portar a la fama. Ella ha sabut criar-la sense tirar-se a dormir a costa d'un treball incansable. És un bon moment per a demostrar-li el nostre suport, d'encoratjar-la perquè puga seguir fent ús del seu fuet. Dominàtrix Oltra ha de tornar a les Corts i que, com portava per títol la pel·lícula, no hi haja pau per als malvats.

Signa el manifest que recolza Mònica Oltra: http://manifestmonicaoltra.info/