4.7.11

Quizás, Quizás, Quizás

Le recomendaron que no se acercase a esa zona de la ciudad, le aseguraron que una de las mayores zonas marginales de la ciudad, repleta de todo tipo de personas casi incalificables. Pensaba que hasta en los peores sitios había algo interesante que hacer o visitar. Subió hasta la habitación del hotel, se maquilló intensificando ligeramente la raya de ojos, marcó sus labios con Le Rouge Chanel, se colocó el pelo emulando la cabellera dorada de Brigitte Bardot. Sobre su piel, un pequeño vestido negro y, a sus pies, unos Louboutin negros con la famosa suela roja, a juego con el pintalabios.
La buena suerte le cruzó con un taxista que vivía por el barrio y, mientras ella se deleitaba con el placentero sabor del Moët & Chandon que había tomado prestado del restaurante del hotel, él le recomendaba Cinema Paradiso un pequeño café-teatro en el que, todas la noches a las once, los artistas batallaban por obtener la atención del público, que prefería distraerse en interminables conversaciones alternadas con las actuaciones. Era un local bohemio, frecuentado por artistas del barrio que convivían con putas y yonkis y que no estaban molestos por ello. Abandonó, a modo de regalo, el champagne en el taxi y se adentró en el local. La vieja fábrica, reconvertida en un pequeño teatro, colindaba con una iglesia okupada, pero cuyas pinturas y esculturas seguían intactas. El taxi y el champagne, se alejaron con dirección al infinito, dejando tras de sí una intensa nube de polvo del asfalto. En la calle, unos niños jugaban con una pelota, a pesar haber anochecido horas antes. Miró el reloj del campanario, sólo faltaban dos minutos para las once.

(Clickar para acompañar la continuación del relato)

Empujó la puerta y, tras una breve escalinata de hierro oxidado, atravesó unas cortinas de terciopelo rojo corrompidas por el tiempo, había entrado en otro mundo. Sentados alrededor bidones que servían de mesa, los clientes bebían, debatían, pintaban e, incluso algunos observaban lo que en el escenario acontecía. En él, un joven con barba de pocos días, vestido y caracterizado como una mujer imitaba a Sara Montiel en una de sus peliculas. Sus ojos la cautivaron como nunca antes nada lo había hecho. Entre la barba asomaban sus labios, carnosos, delicados y jóvenes. Apoyó su cuerpo en la barra, pidió una copa con el Vodka más caro del lugar, y observó, saboreó y recreó la escena que en sus ojos se reflejaba. Al acabar la actuación el joven le regaló una de las rosas rojas que el público le había lanzado.
-Es perfecta para tí, para tus labios rojos, tus preciosos labios rojos. 
Cuando recuperó el semblante masculino, se acercó hacia ella, la invitó a beber, y hablaron largo y tendido. Parecían estar hechos el uno para el otro y, a pesar de verse en repetidas ocasiones siempre en el mismo sitio, y repitiendo siempre la forma en la que lo hicieron la primera vez, ella nunca creyó en las historias de amor.
-Debo irme, pero prometo acordame de ti. -Afirmó ella- Todas la noches a las once, pronunciaré tu nombre, con el mismo temblor del primer día. Todos los días a las once, aunque esté bajo el Sol de otra mirada, te llamará mi voz por las esquinas.
-¿Y si algún día alguien te pregunta a dónde se esconde tu amor?
-Les diré que lo busquen en mis labios, todas las noches a las once.
-Pero... ¿dónde y cúando volveremos a vernos?.
Ella le entregó su último beso, un beso rojo que, cómo todos los anteriores, se le fundió en los labios. Atravesó las cortinas, subió las escaleras y entró al taxi con lágrimas sobre el sus labios. Una vez dentro del coche, mientras comenzaba su última travesía por delante del Cinema Paradiso, acompañó el nombre del joven de un "te quiero".
Desde entonces, y hasta ahora, desde aquella declaración de amor que él jamás escuchó, todas las noches sube al escenario y repite, con la esperanza de que algún día ella vuelva, la misma canción.
"Siempre que te pregunto que, cuándo, cómo y dónde, tú siempre me respondes: quizás, quizás, quizás."

(ficción basada en letras de canciones)

1 comentario:

Anónimo dijo...

OLEEEEEEEEEEEE ESE CUERRRRRPO