8.11.10

La mala educación.

La II República fue tiempo de libertad. Libertad de expresión, de reunión, de culto… Quienes vivieron en aquella época se estirarían –y tal vez arrancarían- los pelos si escuchasen las declaraciones de Benedicto XVI este pasado fin de semana en el avión que le traía a España.
Su visita tenía como objetivo la “evangelización” de occidente, parece que se están dando cuenta de que la empresa comienza a reducir ingresos. Tal vez los actos de algunos miembros de ésta hayan influido en este descenso de fieles. España es, por tradición, un país católico, aunque a mí me provoca carcajadas esa afirmación. Tradicionalmente, lo único que somos es un país hipócrita. Aquí muchos se autodenominan católicos pero, ¿Alguien –incluidos los altos cargos de la jerarquía eclesiástica- realmente cumple con el decálogo del buen Cristiano? La mayoría se saben muy bien la teoría –algunos ni eso- pero casi ninguno lo lleva a la praxis.

Las creencias de cualquier persona son totalmente respetables, y no nos engañemos, no todos los miembros de la Iglesia son unos indeseables, pero el problema más fuerte al que se enfrenta Iglesia S.A. es la falta de respeto, la intervención continua en la vida de las personas y la capacidad de juzgar. Nadie les pide su opinión, pero ellos la dan e intentan imponerla, esto es algo innegable. Otro de los motivos por los que están reduciendo las filas de seguidores es por la falta de respeto a las creencias y gustos de los demás y, sin lugar a dudas, sus actos. Atrocidades que cometen y que, por suerte, ahora se hacen públicas, sin embargo, parece que basta con pedir disculpas. Para mí no es suficiente.

Mucho dista la idiosincrasia de la Iglesia actual con el mensaje de su mesías. Y los altos cargos no son justamente ejemplos a seguir. La renovación, hoy en día, parece imposible. Las declaraciones del Papa provocan en mí repugnancia, sobretodo porque diciendo lo que dijo, alababa indirectamente los regímenes dictatoriales como el que nuestros antepasados tuvieron que soportar. Es por todo esto por lo que me parece vergonzoso que la visita de Joseph Ratzinger haya sido costeada con dinero público. Los periódicos hablaban de 6.000€ por minuto, una auténtica barbaridad si lo multiplicamos por el tiempo que estuvo aquí, y sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de cosas que se podían haber hecho con ese dinero.
Clickar sobre la imagen para ampliar. (Diario "Público", 12 Noviembre 2010)

6 comentarios:

Rosa Sanchis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

La religión sirve sencillamente para que las masas se resignen más sencillamente a las muchas frustraciones que presenta la realidad.

Cree y no digas que otras creencias son mentira, porque te rebelarás cuando te lo digan a ti.
Tú lo has dicho perfecto amigo: HIPÓCRITAS!

Sthr*

Voro dijo...

Buena entrada Hector!
Si el Papa se ha encontrado con la España más anticlerical y laica (cosa que en lo de laica discrepo), en parte ellos mismos se lo han buscado, que no vayan echándoles las culpas a nadie. Y sobretodo, que deje de escupir ya ese etnocentrísmo que se ve tanto tragó durante su paso por las juventudes hitlerianas.

Anónimo dijo...

Viva EspaÑa, viva el rey.... Buadg!
Las lesbianas y los geys!!!

Per la llibertat i varietat sexual, religiosa, de família, de viure, d'elecció...

No espereu respecte si no el doneu!!
A mi també m'ha agradat ànima que m'estima!!

Sthr*

Héctor dijo...

Voro, Sther, ¡qué geniales sois!. Gracias por pasaros por el blog.

Héctor dijo...

María, quina raó tens, que es mui... jubile!!!!!