9.5.12

Represiones


Mi nombre es Ricardo San Felipe, soy el Presidente de la República Represiva, llegué a la presidencia a través de un Golpe de Estado hace más de 3 años, apoyado por una parte del Ejército, las clases altas, la alta jerarquía religiosa y los principales poderes económicos. Nuestro éxito era evidente e inevitable. Cualquiera podría pensar que en pleno siglo XXI un régimen fascista como el que he implantado es algo antiguo, arcaico y que atenta contra los Derechos Humanos, pero era lo mejor para mi país o, al menos, para quienes llevamos a cabo la sublevación.
A lo largo de éstos 3 años, el país ha virado hacia el totalitarismo político, basándose en la represión policial y militar. Tal ha sido el giro, que decidí cambiar el nombre de la República de la Libertad por el de República Represiva. Todo el mundo está demasiado ocupado en evitar que la crisis económica afecte demasiado a su núcleo familiar como para preocuparse en el resto de ciudadanos o en los recortes en Derechos y Libertades que mi gobierno y yo llevamos a cabo. En éstos tres años, gracias en parte a las fuertes cargas policiales que los dirigentes políticos locales ordenan, no ha habido demasiadas manifestaciones. Y si las hay, detenemos a tres o cuatro participantes, los encarcelamos varios meses de forma preventiva y manipulamos el juicio hasta conseguir que los detenidos sean encarcelados por vándalos y rebeldes, lo que nosotros llamamos un juicio justo.
Para evitar la oposición al régimen, controlamos los medios de comunicación, e impedimos la circulación de la realidad por las redes sociales prohibiendo Internet, que es un instrumento diabólico que no sirve para nada más que para incitar a revoluciones sociales que acaban desmontando el orden de los países. Los periódicos publican informes policiales de estudiantes, profesores, médicos, o cualquier persona que se manifieste para que sea señalada por la calle, y pueda estar controlada continuamente. El Ministerio del Interior, a través del cuerpo de policía RPA (Represiva Persecutoria y Aniquiladora) ofrece el fichero público de opositores al régimen a la prensa, que tiene libre acceso a éstos. Algún que otro detenido se “nos ha lanzado por la ventana" misteriosamente, pero tampoco se le ha dado demasiada importancia.
Aunque tenemos el control casi absoluto de la prensa nacional, la internacional nos dedica noticias, artículos y reportajes a diario, criticando la falta de libertad de los ciudadanos de ésta República. Es gracioso que sólo se fijen en la ausencia de Derechos y Libertades en mi país, porque hay otros que parecen muy democráticos, y actúan de forma muy similar a la de mi gobierno. Nadie habla de España, que es un país con una supuesta democracia, en el que sin embargo, la policía disuelve manifestaciones a golpe de porra y pistola de pelotas de goma, o en el que se ilegaliza la resistencia pacífica. España es un país en el que se recorta en Educación y Sanidad para invertir en bancas que están hundiéndose cual Titanic. Allí los medios de comunicación también señalan, fichan y hacen públicos los historiales de los estudiantes… pero ellos piensan que es diferente. ¿Diferente?, ¿de verdad piensan que somos tan diferentes? Permítanme que me ría un rato.

(ficción)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajaja lo de la RPA es genial! jajajaja qué imaginación Héctor* REPRESIÓN, REPRRESIÓN, REPRRRRRESIÓN.