26.9.12

Disculpen la indignación

El 25-S me lo pasé pegado a la pantalla del ordenador. Directos vía Internet, twitter ardiendo y periódicos actualizando las noticias al minuto, esa era la única forma que tenía de estar, no en cuerpo pero si en alma, como uno más en las cercanías al Congreso de los Diputados. Y yo, como muchas otras personas, estábamos más cerca de los manifestantes, de la ciudadanía al fin y al cabo, que la mayoría de miembros de la Cámara Baja, que parecían, como de costumbre, muy alejados del griterío. A ellos y, especialmente al equipo de Gobierno me dirijo:

    Diputados, diputadas y miembros del Gobierno: disculpen la indignación. Sabemos que hacen todo lo posible por ahorrar dinero en estos momentos en los que no hay. Sabemos que los recortes en Sanidad, el empeoramiento de la Educación, la subida de tasas universitarias, la subida del IVA, así como cualquier otro recorte, ya sea económico o de Libertades, es por nuestro bien. Sabemos también que hemos gastado por encima de nuestras posibilidades. Que, desde la Ley del Aborto, hasta el recurso contra el matrimonio homosexual, todo es por salir de la crisis, incluso el convertir a manifestantes en terroristas. También sabemos que la crisis es por nuestra culpa, y que ustedes no tienen nada que ver en esto, sólo trabajan para resolver el problema.
    Supongo que con los bolsillos llenos y desde sus coches oficiales, vivirán una realidad distinta a la nuestra. Ustedes no ven desahucios, ni desesperación, ni hambre, ni nada. Deben de ser ciegos. Ciegos y sordos. Puesto que tampoco oían los gritos de las miles de personas que se juntaron el día 25 junto al Congreso. No escuchan a un pueblo desesperado, indignado y enfadado. Quizás tampoco escuchasen los golpes de las porras contra sus cuerpos, ni tampoco los disparos de pelotas de goma, que por mucho que parezca, son bastante peligrosas. Probablemente no sean conscientes del riesgo que implica golpear a la población, pero nos están enseñando que la única forma de hacer algo efectivo, con ustedes, es mediante la violencia. Pensaba que la policía estaba para investigar crímenes y arrestar a ladrones, ya veo que no, porque a ustedes nunca los detienen, aunque nos estén robando el futuro.
    Pierdan el tiempo defendiendo la unidad de España frente a la -hipotética, pero posible- independencia catalana, mientras la ciudadanía lo pasa cada vez peor. Bendito sea su cinismo. Disculpen la indignación, pero nos sobran los motivos.

No hay comentarios: