5.7.13

El lado humano del PP

  Hace unos días, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tuvo que explicar ante la prensa su saludo a Rafael Blasco en Les Corts tras la expulsión de éste del grupo parlamentario popular. En su justificación, Barberá pronunció una frase lapidaria: en momentos de dificultad, el lado humano es muy importante -dijo. Probablemente, la alcaldesa tenga razón. Sin embargo, que sea ella, perteneciendo al partido que pertenece, quien la diga es, como poco, muy curioso. Para entender mi asombro ante semejante cita, es necesario hacer un pequeño viaje a través de la hemeroteca, para terminar en la actualidad. Conozcamos el lado humano del Partido Popular valenciano.
  3 de julio de 2006. Un convoy de Metro Valencia descarrila y se produce el mayor accidente de metro de la historia de España. En él mueren 43 personas, y 47 resultan heridas. Éste accidente, que probablemente se podría haber evitado, sucede en el peor momento político-electoral para el Partido Popular, en pleno boom publicitario de la Comunidad Valenciana. Ocurrió pocos días antes de la llegada del Papa Benedicto XVI a Valencia, que supondría una enorme campaña publicitaria para la ciudad. Cuando se cumplen siete años del accidente, la estrategia del silencio diseñada por la Generalitat, en manos del PP valenciano, se rompió recientemente gracias a la emisión del programa Salvados y los reportajes de 0responsables. A pesar de todo, el PPCV y la Generalitat mantienen el silencio frente a la verdad. Ni Camps, ni Fabra, ni Barberá ni ningún miembro del PPCV ha roto hasta el momento el silencio frente al accidente.
  26 de marzo de 2011. El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, asiste a la inauguración de las obras de estabilización de los taludes del río Clariano en Ontinyent. La inauguración cuenta con la asistencia de un grupo de personas con movilidad reducida que protesta por la ausencia de accesos. Alfonso Rus planteó entonces la posibilidad de poner cuerdas para que accedieran, subiendo y bajando por ellas, en lugar de un ascensor que permitiera la accesibilidad a las personas con silla de ruedas.
  6 de noviembre de 2012. El Tribunal Constitucional resuelve el recurso presentado por el Partido Popular contra la Ley de Matrimonio Igualitario, que permitía los enlaces entre parejas del mismo sexo. Desde su aprobación en 2005, el PP apoyado por los sectores más católico-conservadores del país mostró su oposición. Fue el Partido Popular el que presentó un recurso de anticonstitucionalidad contra la Ley, que fue definitivamente rechazado.
  22 de junio de 2013. El presidente Alberto Fabra, expulsa a Rafael Blasco del grupo parlamentario popular. La expulsión es el desenlace final –a nivel político, que no judicial- al Caso Cooperación, una trama corrupta que se dedicaba a desviar fondos públicos para la cooperación y ayuda a países en vías de desarrollo, hacia cuentas privadas. Blasco, ex conseller de Solidaridad y Ciudadanía, está imputado, y a punto de ser juzgado por los supuestos delitos de tráfico de influencias, prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad documental. A la espera del juicio, Blasco se mantiene escindido del grupo parlamentario popular, convirtiéndose en el primer diputado autonómico perteneciente al grupo de los no adscritos.
  A estos casos podríamos sumar la retirada de la tarjeta sanitaria a extranjeros, los más de doce mil dependientes que han perdido sus ayudas en los últimos meses, los desahucios, los suicidios promovidos por los desahucios, la malnutrición infantil… como ejemplos del lado humano del Partido Popular. La señora Barberá, cuando habla, debería pensar dos veces lo que dice, no sea que acabe diciendo cosas sin coherencia. A veces pensamos que los gobernantes son una panda de ineptos. Inútiles que no saben ni lo que hacen, ni lo que dicen. Lejos de intentar escapar de esa imagen ellos se empeñan en demostrar que son unos auténticos imbéciles.

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